El Seguro Popular murió; el INSABI enfrenta enfermedad catastrófica, y el IMSS-Bienestar no tiene claro su sustento

 El sistema de salud en México es una combinación compleja, dentro del cual encontramos la vertiente pública, hasta hace algunos años el llamado Seguro Popular, el cual atendía a la población no derechohabiente del país, lo cual permitía un amplio acceso a los servicios de salud a una gran parte desamparada de la sociedad mexicana.

Con el cambio gubernamental en 2018, uno de los principales cambios o transformaciones, como se le ha venido diciendo a las reformas que han venido sucediendo, fue la desaparición del Seguro Popular y su conversión en el llamado Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), este proceso de conversión ha sido muy controversial y sobre todo fuertemente criticado debido a que de un día para otro, sin previo aviso o un plan claro de contingencia el beneficio del Seguro Popular desapareció dejando a miles de personas a la deriva, hasta el día de hoy el sobresaturado sistema INSABI que a su vez fue sacudido con una pandemia, lo que causó su desbordamiento ha dejado mucho que desear.

En pleno último cuarto de 2022, la situación no mejora y no se espera que mejore, puesto que ahora aparece una nueva figura llamada IMSS-Bienestar que ahora será la encargada de prestar servicios de salud a la población mexicana no asegurada, los números no han sido coherentes, y el problema lejos de solucionarse se agrava.

Es imperativo que el gobierno tome acciones concretas y formalice un plan de acción que realmente beneficie la salud de los mexicanos sin seguro médico.

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